La Semana Fantástica surge como incentivo a la lectura de
literatura fantástica a través de libros-aventura,
en los que los lectores más jóvenes pueden interactuar en la historia tomando decisiones y formando parte de la misma. La semana
fantástica promueve la imaginación, además del
acercamiento provechoso y personal a los libros.
Como apoyo al proyecto y recompensa final por la experiencia,
todos los lectores participantes son
introducidos en un entorno fantástico a través de montajes por ordenador tras una sesión fotográfica, en la que ellos
mismos pueden verse participando de aventuras
y situaciones en clima de fantasía similar al leído.
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